Relaciones… ¿complicadas? (dos, más, casados, solteros, BDSM, vainilla…).

Hoy alguien me ha preguntado si en el blog tenemos algo publicado sobre «Amos casados o sobre Amos que, teniendo sumisa, comienzan una relación vainilla al mismo tiempo”.

No creo que tengamos nada semejante por aquí. Aunque seguro que más de una vez lo hemos debatido en algún foro, porque lo de los «amos casados» es otro de esos temas recurrentes (parece que todos los temas lo son, al final). Así que puede ser la excusa para intentar escribir.

 

Así queeeeee… voy a opinar. Mojémonos. O no, tal vez lo que diga tampoco es tan comprometido al final. A mi es que hay cosas que me parecen muy obvias, pero claro… puede que sean mis propios sesgos cognitivos y mi egocentrismo los que me cieguen, y en realidad no lo sean tanto.

Extiendo la referencia de Amos a personas dominantes y sumisas de ambos géneros. Y a otras posibles alternativas de rol y género que se les pueda ocurrir: practicantes de BDSM que tienen una pareja vainilla o, que mientras están comprometidos en una relación BDSM con otra/s persona/s, se “echan» pareja vainilla.

En mi opinión, y seguro que eso sí que ha quedado más de una vez por ahí reflejado, no hay ningún inconveniente en formar ningún tipo de relación siempre que todos los implicados estén al tanto de lo que hay, conozcan las reglas, estén conformes, y sean felices. Es más, me atrevo a decir que eso no es “mi opinión”, me atrevo a ser drástica y decir que eso “es así y punto”. Es que a ver… ¿quién es nadie para decirle al resto cómo pueden tejer sus vínculos y cómo no?.

Allá ellos si quieren ser 27 en relaciones más o menos liadas entre sí, bdsm, kinkis o vainillas, y se lo montan de uno en uno o de 15 en 15, con látigos y sin ellos… Creo (y esto sí es opinión personal) que cuanta más gente implicada más difícil ha de ser que todo funcione. Pero es su complicación, no la mía.

Aunque entiendo que si hay quien afirma y asegura que «un Amo auténtico jamás se le ocurriría tener varias sumisas«, y que «ninguna sumisa segura de si misma y que se valore aceptaría compartir el Amo con otras«… difícil tiene que ser entender que haya mezclas más alternativas aún a la típica “cuadra». Que será más o menos frecuente en el entorno de cada cual (en el mío siempre ha sido bastante habitual lo de Señores con varias sumisas y esclavas -y Señoras, claro, aunque yo me he relacionado más con Señores que con Señoras-), pero lo de la “cuadra” hay que reconocer que en el imaginario BDSM es bastante tradicional.

Aprovecho para pasarme al tuteo cercano y confidente e intercalar: SI LEES O ESCUCHAS A ALGÚN GURÚ DEL BDSM DICIENDO QUE “LOS AMOS/LAS SUMISAS/LOS CABALLITOS DE MAR FETICHISTAS JAMÁS HACEN/SIEMPRE HACEN TAL COSA»… HUYE como del demonio y planteate una actitud crítica y reflexiva sobre cualquier otra cosa que en adelante te llegue desde esa persona. Yo incluida.

 

Lo malo de las personas emperejadas que tienen relaciones BDSM, es que mientan.

Y ahí está el problema… Que por mucho que yo diga que las relaciones por complejas que sean no tienen por qué ser trampas, la verdad es que es tremendamente frecuente que los implicados mientan. Que oculten cuantas y qué otras relaciones tienen mientras te dicen que eres la única persona en su vida. Que finjan un compromiso y prometan una dedicación que no van a poder cumplir. Que se pongan la máscara de un amor que no sienten para halagarte el oído. Que enciendan fuegos que no van a alimentar. Que falseen sus circurstancias con excusas y adornos huecos para aparentar lo que no son y hacerte creer que van a darte lo que no tienen.

Y en este punto no voy a decir que si engañan a su pareja, que es su compañera de vida y a quien se supone que se unen por amor… ¿por qué te van a ser fieles a ti?. No lo voy a decir, porque cada cual en su casa sabe lo que pasa, pero es lo que yo me planteo cuando alguien se dirije a mi en esas condiciones. En todo caso, si la otra persona es honesta (al menos contigo) y te habla con sinceridad de su situación, pretensiones y disponibilidad… en tus manos está tomar la decisión que mejor te cuadre.

 

Pero más allá de mentiras, engaños, líos y traiciones… ¿Existen relaciones complejas en las que intervienen varias personas? Por supuesto. No sólo dominantes con varias posesiones, también hay parejas de dominantes que practican BDSM juntos y tienen sumisxs compartidos o de forma independiente, y parejas de dominantes que no practican BDSM juntos y ambos tienen sumisxs por su cuenta. Y parejas formadas por una persona dominante y otra sumisa pero que no son pareja D/s entre sí, y tienen a su vez Amxs y/o sumisxs por otro lado… Y por supuesto gente que practica BDSM con unas personas y con otras mantienen relaciones vainilla, sean sus parejas oficiales, o sean otras parejas estables u ocasionales en relaciones abiertas, múltiples, poliamor o lo que sea.

Y hasta hay sumisxs que comparten dominantes. Lo he visto sobre todo en sumisos con Amas, pero también he conocido alguna sumisa con dos Amos. Y sí, a mi me cuesta ponerme en su lugar, porque se aleja de mi forma de sentir la entrega. Pero es MI forma de sentir, y si ellos se han organizado así y les va bien, a ver quién se atreve a decir que su realidad no existe o tiene menos validez que otras formas de relación.

Tal vez cuesta imaginar que alguien que ya tiene relaciones BDSM (el Amo que tiene sumisa del planteamiento original) se embarque luego en una relación vainilla simultanea… Pero ¿por qué no?. ¿Y si esa persona no estaba enamorada de su partenaire bedesemero? ¿Y si ambos no buscaban amor en ese vínculo? ¿Y si todos están de acuerdo?

Mitificamos el BDSM como si una vez descubierto fuera imprescindible y además deba estar presente en todo momento, cuando la verdad es que todos podemos prescindir de casi todo dado el caso. Se puede tener una relación con alguien a quien amas y que no comparte tus gustos bedesemeros, y sentirte muy feliz con esa persona. O podemos tener amantes que no gusten de estas “perversiones», y otros que sí. ¿Usted/tú no? Vale, es muy respetable. Yo tampoco me veo en demasiadas complicaciones. Pero otros si pueden.

También tenemos cierta tendencia a vincular BDSM con amor, como si no fuera posible que haya personas que no se amen pero se lo pasasen pipa juntas, y que se aprecien y respeten, y tal vez algunos incluso se quieran a su manera pero no haya “Amor”. Y que puede que alguien no quiera ser pareja romántica tuya, pero sí tu pareja BDSM, o sí una de tus relaciones BDSM…

Y para colmo sublimamos nuestras pasiones ignorando que «nos ponen». Las llenamos de entrega, sacrificio y grandes palabras que no digo que no estén presentes… pero también está el placer puro y duro. Fingimos que esto es puro y místico y olvidamos que la gente puede desear formar parte de una relación más amplia porque «les pone” ese trío, cuarteto o batallón en cuero y latex. Que por ejemplo las sumisas también disfrutamos cuando compartimos (si queremos y nos gusta, si no, pues no, que obligación tampoco hay). Y que los celos y la traición no son algo universal e inamovible, cada cual los siente por cosas diferentes y los gestiona a su manera. A mi jamás me enceló que mi Señor hablase, se relacionase, azotase o intercambiase fluidos con otras mujeres, al contrario: me encantaba. Pero me daban celos y me podían doler otras cosas, que eran las que en nuestra relación había que cuidar. ¿Y si esas personas no sienten celos, ni inseguridades, ni se sienten traicionadas, ni sufren ningún sentimiento negativo por las otras relaciones que tengan sus compañeros BDSM?

 

Conclusión: no digan nunca que la forma de relacionarse de otras personas no existe, no es auténtica, o que es menos, ni la califiquen nunca con ningún tipo de adjetivo despectivo. No digan que los amos que tienen varias sumisas son unos caraduras, “amitos con minúscula”, ni las sumisas que comparten son «pobres tontas inseguras», ni quienes forman familias extensas con relaciones cruzadas y mayúsculas y minúsculas por ahí pululando son viciosos que no viven de verdad la D/s. Ni lo digan, ni lo insinúen. Porque no lo saben. No saben lo que viven esas personas, ni qué pactos tienen, ni cómo se lo pasan, ni cuánto se han comprometido, ni si son honestos en sus intercambios o no… Y lo único que hacen es dejar clara su poca capacidad de perspectiva.

Por supuesto, tampoco vale descalificar a quien forme la relación de forma más tradicional: dos personas y nadie más.

 

Personalmente, casi siempre que alguien me habla con esos absolutismo, me pregunto si tras sus palabras lo que hay es ignorancia o es interés personal encubierto.

 

Pero sobre todo: NO MIENTAN. NO MINTÁIS.

A nadie.

Que al fin y al cabo creo que era de lo que iba en realidad este tema, aunque me haya liado un poco.

 

P.D.: sobre lo de la Multipropiedad ya opiné AQUÍ.

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