Fotogramas con spank. Algo de cine para calentar el 8/8

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Si cerramos los ojos y pensamos en un fotograma con azote… es inevitable: aparece John Wayne, a la orden de John Ford, azotando traseros de señoritas que patalean indignadas película tras película (y rendidamente enamoradas, por supuesto). Como si no hubiera más oro en las tramas, con ellos el arte del azote llegó incluso a verse ascendido a la categoría de cartel cinematográfico en El Gran McLINTOCK, que ya directamente se anunciaba con la inevitable escena de la azotaina.
Un cartel digno de un 8/8.

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Mucho más reciente, Un Método Peligroso  también nos ofrece unas cuantas escenas de spank. Aquí vemos a la sufrida protagonista disfrutar una buena tunda de la mano (nunca mejor dicho) de Jung.

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¿Y aquella carita de «pero ¿qué ha pasado aquí?» en The Secretary tras su primera corrección a azote limpio? Ese descubrimiento, la sorpresa, el rubor en la cara y la excitación naciente… ¿Quién no corrió como ella al espejo para ver las marcas tras la primera sesión de spank? Y tras muchas otras después de la primera, que hay que reconocer que revisar los resultados forma parte del placer posterior. Una amiga nuestra  salía corriendo al pasillo a verse en el espejo del ascensor, a falta de uno adecuado en casa.

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Y para cerrar por hoy esta pincelada relámpago de fotogramas con spank, vamos a mencionar Mentiras, de Jang Sun Woo. Una película surcoreana sobre una relación sadomasoquista entre una jovencita y su amante treintañero; Una historia mucho menos comercial y conocida, de la que rescatamos para la ocasión esta escena en la que «Y» zurra de lo lindo a  «J», con «el palo que hace feliz a todo el mundo».

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Ahora mismo estamos recordando otra escena… Pero será para otro post con más pinceladas.

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