EL BONDAGE Y LA PAELLA. (parte 1)

EL BONDAGE Y LA PAELLA.

Por Dragón.
Escrito para CuadernosBDSM nº 9

A poco que uno se ponga a investigar e informarse sobre el bondage de una forma un tanto seria, se desanima. Da la sensación de que para practicar bondage sea necesario ser por lo menos Ingeniero Aeroespacial, Arquitecto, Cirujano con tres o cuatro Másters, hablar, leer y escribir Japonés perfectamente, además de Historiador especializado en Filosofía Japonesa. Y todo ello junto… Ni siquiera nos vale ser “ingenieros de puertos, charcos, caminos y vereas”…

Y verán ustedes, no digo que no sea bueno tener conocimientos sobre las cuerdas que usamos. Tampoco quiero decir que no sea bueno conocer y saber realizar sin titubear una centena de nudos o más. Tampoco que no sea necesario saber qué nervios, músculos o arterias pueden sufrir daños si hacemos una mala atadura. Y desde luego, conocer la historia del bondage oriental, así como su propia terminología es algo interesante y que puede hacernos quedar muy bien más de una vez. No, no digo nada de eso.

Lo que sí quiero decir es que cada cosa tiene su lugar y su propia dimensión. Que para hacer suspensiones hay que saber muy mucho y bien lo que se hace, pero que para practicar “bondage casero” es suficiente con tener sentido común, unos conocimientos básicos sobre nudos[1] , unas nociones básicas de seguridad[2] y ganas de pasarlo bien.

Yo por ejemplo, soy incapaz de cocinar delicatessens tales como la “Tortilla de patatas deconstruida” o las  “Ostras con aire de zanahoria”. Pero hago unas paellas que da gusto. Sé que nunca ganaré con ellas ningún premio de alta cocina. Pero mis amigos y familiares esperan de mí que las prepare cuando vienen de visita. ¡Y no quedan ni las cáscaras! (o me sale muy buena o tengo unos amigos que lo son de verdad y muy sufridos).

Con el bondage sucede lo mismo. Atar unas manos y unos tobillos a la cama o entre sí también es bondage y no es necesario tener unos conocimientos extraordinarios. Hacer un Shinju, un Sakurambo o una Karada puede ser igual de divertido si los llamamos atar las tetas, hacer un tanga o “traje de cuerdas”. Como con la paella, basta que sepamos cuales son nuestras limitaciones y, al igual que nunca participaremos con ella en el “Bocuse D´Or”, tampoco llevaremos nuestras ataduras al Boundcon ni haremos cosas fuera de nuestro alcance… Pero la paella y el bondage, los disfrutaremos igualmente.

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En las siguientes páginas se describen, a modo de ejemplo, unas ataduras muy simples y sencillas de hacer que pueden servir sin duda, para pasar unos buenos ratos disfrutando de las cuerdas en compañía.

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Comenzaremos preparando las cuerdas de una forma sencilla, seguiremos con un traje de cuerdas, un tanga y acabaremos con un “atado de tetas”.

Deseo que Ustedes lo disfruten.

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PREPARANDO LAS CUERDAS.

Para los tipos de bondage que nos ocupan, voy a utilizar una cuerda de Poliéster de 6mmØ. Es una cuerda fácil de encontrar en ferreterías, se deja anudar bastante bien y es bastante suave.

La longitud de las cuerdas para cada caso se indica en el apartado específico.

Lo primero que hemos de hacer es preparar las puntas para que no se nos deshagan. Lo más sencillo es encintarlas un poco antes del extremo, apretando fuerte las vueltas. Conviene “retorcer” un poco la cuerda en el sentido en que aprietan sus propias “vueltas”. Después cortamos la cuerda sobre el encintado.Y para finalizar igualamos las puntas de la cuerda, localizamos el centro de la misma y lo marcamos para posteriores ocasiones.

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.La cuerda ya está lista. Es el momento de “vestir” a nuestra compañía con ella.

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.EL TRAJE DE CUERDAS (KARADA).

En este caso, necesitaremos una cuerda de entre 12 y 15 metros de longitud, dependiendo de la envergadura de la persona sobre la que vamos a tejer.

Comenzamos estirando y quitando los posibles enredos de la cuerda empezando desde el punto medio que marcamos. A continuación hacemos un nudo con el bucle donde hemos marcado el centro de la cuerda. No es necesario hacer un nudo especial, basta con el nudo simple que todos conocemos. Lo apretamos hacia el bucle de forma que nos quepan por él dos o tres dedos.

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Es hora de comenzar el “macramé” sobre el cuerpo de la voluntaria. Ponemos el bucle que hemos hecho en la nuca de la susodicha, dejando caer el resto de la cuerda por su parte frontal…

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Tomamos las dos cuerdas y hacemos un nudo simple como si fuera una sola cuerda y lo apretamos llevándolo al sitio que queramos mientras lo ajustamos. Si te tomas tu tiempo al ajustarlo evitando que se crucen las cuerdas y las vueltas, el final quedará más estético.

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Hacemos más nudos como el anterior a lo largo de la cuerda. La distancia entre ellos en este caso es de un palmo (unos 20 centímetros), pero puedes probar otras distancias a tu gusto. Después, pasa la cuerda entre las piernas de ella. Si quieres, intenta que caigan los nudos de la entrepierna “estratégicamente”…

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Lleva la cuerda hacia arriba por su espalda y pásala por el bucle que dejamos en su nuca. Éste bucle evitará que roces su piel demasiado al pasar la cuerda y puede servir para aflojar el traje un poco deshaciéndolo… Tensa un poco las cuerdas, no mucho, por que se apretará más mientras lo hacemos. Ahora, lleva hacia delante cada una de las cuerdas pasándola por debajo de sus axilas..

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Pasa cada extremo de la cuerda como puede verse en la imagen de la izquierda y tira un poco de ellas, haciendo esa forma de rombo o diamante.

Lleva las cuerdas a su espalda y haz la misma operación, como se ve en la imagen de la derecha.

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Las llevamos de nuevo hacia delante, hacemos otro rombo y de nuevo hacia atrás, para hacer otro rombo y regresar hacia delante…

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Repetimos el proceso hasta que hayamos hecho los rombos que nos demande el “traje” y con la cuerda sobrante rodeamos la cintura hasta que nos quede lo justo para anudarla a la espalda…

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Para el nudo “de cierre”, utiliza el mismo sistema con el que anudas los cordones de los zapatos. Esto es lo que se llama un nudo de “lazo”, pero que es un nudo “cuadrado” con lazos para deshacer fácilmente.

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Por último, tómate tu tiempo para ajustar las cuerdas y mejorar la simetría y estética del conjunto… Y ya tenemos a nuestra compañía vestida con un estupendo y práctico traje de cuerdas que puede ser usado bajo las ropas, para estar por casa o, para los mas atrevidos, lucir en algún evento BDSM. Es la respuesta al “no sé que ponerme…”.

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Puedes probar tú mismo a añadirle unas “medias” de cuerda como se ven en las fotografías adjuntas.

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[1] Éstos son tan solo dos: el “cabeza de alondra” y el “nudo cuadrado”. Dos nudos que todo el mundo conoce, aunque no los relacione con su nombre.

[2]No apretar demasiado, no atar sobre zonas susceptibles de causar daños, no… En internet y en libros podrán encontrarlas sin problemas. No dejen de hacerlo.

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HACER UN TANGA (SAKURAMBO) (El Bondage y la Paella II)

ATADO DE TETAS (SHINJU). (El Bondage y la Paella III)

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Fragmento del texto «EL BONDAGE Y LA PAELLA», de Dragón, publicado en el nº 9 de Cuadernos de BDSM.

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