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Acabamos de ver un twitter de Golfxs con Principios (@golfxsconppios) recordándonos que hoy es el Día Mundial del Fisting. Es una celebracion no oficial, y no sabemos hasta qué punto está extendida o no… pero es una buena excusa para hacer un par de comentarios sobre esta práctica e insistir en algunas recomendaciones de seguridad.
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Antes de nada, y aunque no debería hacer falta decirlo… el fisting no es BDSM. O sí. Según.
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Mucha gente que no practica intercambio de poder ni nada parecido disfruta del fisting y también hay gente que lo incluye en su repertorio de las prácticas que pueden desarrollarse en una sesión BDSM. Es decir, se trata de una práctica sexual, como el sexo anal, el oral, o cualquier otra alternativa, que puede ser o no incluida en relaciones enmarcadas bajo el acrónimo BDSM. En todo caso, no es nada inusual que, igual que ocurre con el sexo anal y el oral, los bedesemeros imbuyamos a veces el fisting de cierto halo relacionado con el dominio sexual y lo usemos como una herramienta más con connotaciones bedesemeras.
En todo caso, un fisting es un ejercicio que requiere comunicación, paciencia y cuidado, sea anal o vaginal. En ningún caso puede hacerse de forma forzada y violenta. Y algo en lo que hay unanimidad: el ritmo lo marca el receptor, no quien penetra, independientemente del rol que pueda tener cada cual.
.Para más información (muy recomendable), podéis leer los consejos sobre fisting publicados en esta entrada de «golfxs con principios» hace un par de años:
– Dia Mundia (No Oficial) del Fisting (además en esta entrada encontraréis acceso a la información sobre el origen del Día Mundial)
Y el Manual de Salud Ano Rectal publicado por la Secretaría de Salud de México, que nos recomendaron encarecidamente en el nº 16 de Cuadernos de BDSM.
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