BDSM y sentimientos (I)

El tema de los sentimientos y su relación con el BDSM es otro de esos galimatías que a veces resulta complicado comprender. Es por eso que inicio aquí una serie de post relacionados con este tema, con la intención de plasmar Mis opiniones al respecto a fin de al menos invitar a reflexionar sobre ello a quienes los lean.

Y para comenzar, uno de los clásicos, que de vez en cuando solemos leer/escuchar por parte de «dominantes»:

«El amor y el BDSM no pueden mezclarse. Si me enamoro de mi sumisx, soy incapaz de practicar con el/ella»

No voy a entrar aquí en las muchas razones que pueden llevar a alguien a afirmar tal cosa. Pueden ser muchas y variadas, además de que seguramente no vayan a contribuir en exceso a hacer nuevas amistades por Mi parte. Pero sí Me centraré en una que es la que más Me inspira a Mí en cuanto a lo que pienso de esas personas…

Cuando leo algo parecido a lo arriba escrito, no puedo evitar preguntarme: «Cuál será la concepción que del BDSM tiene esta persona?» . Y lo cierto es que la única explicación que obtengo es que su idea del BDSM es bastante negativa. Sólo así puedo explicarme que el sentimiento le bloquee.

Quienes practicamos BDSM, desde el simple juego de azotitos hasta el 24/7 más extremo, tenemos muy claro que lo hacemos por placer recíproco. Tal vez esto sea dificil de entender desde un punto de vista externo al BDSM. Incluso puede que nos resulte complicado de explicar desde dentro. Sin embargo, tenemos muy claro que lo que hacemos es algo que todos los actores intervinientes perciben como positivo. Esto es, tenemos claro que, por ejemplo, una sesión de azotes es algo equivalente a una sesión de caricias en el mundo no-BDSM. Que la más extrema sesión de «humillación» es algo que la otra parte disfruta excitándose, de igual forma que una velada romántica excita a quienes no son del mundo BDSM. En definitiva, entendemos nuestras prácticas como una expresión de Amor… Por eso no puedo entender que AMAR a alguien imposibilite la práctica del BDSM. Salvo que…

Salvo que se considere el BDSM como algo sucio, indigno, enfermizo… Algo que jamás harían a «la madre de sus hijos» y que sólo es digno de hacerse sobre quienes no merecen dignidad. El equivalente de esa rancia idea de antaño – aunque todavía muy vigente en algunas personas – de esas cosas que sólo se hacen con las putas. Tal vez sea eso lo que piensen en el fondo…

No. Amar a alguien no es impedimento para practicar BDSM con él/ella: es más una razón para ello.

DR.

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BDSM y Sentimientos II

4 comentarios en «BDSM y sentimientos (I)»

  1. Complicado tema el de los sentimientos, con bastantes enfoques posibles, según las personas. Hay tema para dar y vender y mas.
    Para empezar decir que cada uno siente, quiere, ama, conduce, cocina, dibuja, trabaja, navega en barco, al nivel que sabe y puede y quiere.
    Por otro lado puedes jugar con la persona que amas, a caricias , a azotes, a humillación, a canicas, a cartas, al monoply, pero tambien lo puedes hacer con amistades.
    Luego está el amor como gamas de energias, no solo el de hombre-mujer, tambien estan las gamas de amor al trabajo, amor de padre, de madre, de hermano, amor de amigos, cocinar con amor. Digamos que amor es cuando pones o vuelcas el alma en algo o en/con alguien.
    Luego estan las almas, ignorantes, poco desarrolladas, o infantiles, o turbias, o dañadas, o estancadas, o resignadas, o las almas que aman y odian a la vez, los autoengaños, las auto justificaciones, los egos, el orgullo, la envidia, que se mezcla con amor o lo llaman amor. Luego la pasión o estado de vehemencia, y el morbo.. Y cada uno pone el mombre que le da la gana a las cosas. Muchos mas enfoques hay.. Pero será interesante ir desgranando enfoques 🙂

  2. Estoy totalmente de acuerdo con los razonamientos del post inicial.

    Me ha llamado la atención y voy a incidir en esta frase: «Salvo que se considere el BDSM como algo sucio, indigno, enfermizo… Algo que jamás harían a “la madre de sus hijos” y que sólo es digno de hacerse sobre quienes no merecen dignidad».

    La pregunta es: ¿por qué?. ¿Por qué considerar que nuestras prácticas son algo «sucio, indigno, enfermizo»? cuando se hace con pleno consentimiento de las dos partes. La respuesta es sencilla: por nuestra cultura moral. Una moral basada en una ética (y sobre todo una estética) neo-platónica primero y cristiana después.

    Nuestra cultura occidental nos ha moldeado de tal manera que no admitimos las partes de nuestra personalidad que son «oscuras». Sólo podemos amar al otro como ángeles. Se ha llegado al extremo de que incluso el sexo vainilla ha sido denostado en algunos episodios de nuestra cultura, tildándolo de «sucio» y sólo justificable con finalidad reproductiva.

    Esta supervaloración de nuestra parte «luminosa», llena de buenos sentimientos, esta continua represión, a veces hasta extremos enfermizos de nuestras tendencias agresivas, es lo que ha llevado a algunas mentes a neurosis llenas de culpabilidad en un extremo y a conductas compensatorias de violencia explosiva de tanta represión, en otros.

    Encontrar un modo de hacer salir, experimentar nuestra «parte oscura» sin temor a consecuencias dañinas, sería para mí uno de los mayores hallazgos para nuestra higiene mental.

    ¿Por qué? . Porque ello nos permitiría equilibrar, sin temor a consecuencias indeseadas, el irracional desequilibrio que se produce en nuestra mente al dar sólo salida a una sola clase de sentimientos, los sentimientos que -para mí equivocadamente- llamamos «positivos», reprimiendo parte de lo que en realidad somos: nuestra parte agresiva y oscura. Acariciar y azotar, amar y humillar son deseos de nuestra personalidad que casi todos tenemos, eso sí, unos en mayor porcentaje que otros y con una tendencia u otra.

    Pues bien, este HALLAZGO ya lo tenemos a nuestra disposición: se llama BDSM : El BDSM es un sistema estructurado y seguro para el ejercicio de la Dominación/sumisión, Sadomasoquismo y disciplinas afines. El BDSM contiene reglas y procedimientos propios, cuyo cumplimiento evita daños tanto físicos como psicológicos a quienes lo practican.

    Sólo cuando nos desprendamos del error cultural de considerarnos enfermos por practicar, aunque sea con seguridad y consenso, nuestras tendencias BDSM podremos acceder a equilibrio interior que nos proporciona el BDSM y además podremos verlo como una forma más de Amor hacia nuestra pareja.

  3. Buen post, y espero que solo el primero de mas sobre este tema.

    Respecto el mismo, y siendo solo mi opinion.
    Yo no soy capaz de hacer nada con otra persona si no tengo siento, primero, respeto por esa persona, y si, ademas, pienso que esos sentimientos se pueden definir como amor, es cuando para mi se convierte en algo muy especial.
    Por supuesto, es una opinion, y no pretendo ni sentar catedra, ni que tan siquiera alguien la comparta conmigo, pero soy asi, y asi es como lo siento.

    Gracias por compartir estos pensamientos, y felicidades por plantear temas que hagan que la gente se detenga a pensar un poco sobre quienes somos, y que queremos.

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