Abusando del Collar de Consideración (cómo tener enganchada a la pardill… digo… a la gente eternamente)

Partamos de la base de que no tengo nada en contra de quien acostumbre seguir los protocolos tradicionales sobre collares, sea al completo o sólo aquellas fases y tipos que le cuadren más a su estilo y gustos. Faltaría más. Hasta me puede parecer bonito.

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No tengo nada en contra, en principio, del collar de consideración.

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Se supone que es un periodo de tiempo durante el cual «se considera» si la relación va adelante o no, antes de formalizarla y pasar a ser propietario-propiedad. En principio nada malo.

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Una cosa que muchas personas no tienen en cuenta en esos momentos, es que la consideración es bidereccional. Esto es como el periodo de prueba de un contrato. Vale que generalmente el trabajador es el más interesado… pero en realidad son ambas partes las que están a prueba. Y lo mismo pasa aquí: solemos entender que es la sumisa la que demuestra durante este periodo su compromiso y valía, de cara a «ganarse» el collar. Pero también la parte dominante está ahora demostrando su forma de llevar la relación y lo que se puede esperar de esa persona de cara al futuro.

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A mi lo de ganarse el collar ya de por si me rechina… Será que tengo el nivel de sumisión muy bajo últimamente. Creo en conocerse, descubrir que se encaja, que se busca lo mismo, que hay química… y acordar de mutuo acuerdo lo que se va a hacer, porque a los dos les apetece, y como compromiso de ambos. No en que uno tenga que ganarse su puesto en la relación.

Vamos, que me dicen hoy por hoy que me van a considerar y ya me lo pueden explicar muy clarito para que lo entienda. Pero insisto: soy yo y mis circunstancias.

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Supongamos que otras personas están más motivadas que yo en cuanto al romanticismo de la D/s y más predispuestas a dar pasos como éste. Como dije al principio, libreme MEV de criticar cómo cada cual quiera hacer las cosas, y lo de tejer los vínculos de una forma más protocolaria puede ser hasta bonito.

El caso es que se decide (la parte dom decide, generalmente) establecer un periodo de consideración antes de formalizar el vínculo. Este periodo puede tener marcado un plazo concreto, de forma que se sabe cuándo finalizará y se revisará la situación del collar, o puede no tener fecha concreta y depender sólo del criterio de los participantes. (O de la parte dom, básicamente).

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Y aquí empieza la trampa.

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Por supuesto que hay personas dominantes protocolarias responsables que están tan interesadas como la parte sumisa en construir y avanzar. Gente honesta, digamos «normal», que no tiene interés en jugar con la gente de mala manera (jugar de la buena sí). Luego las cosas pueden salir o se pueden hacer mejor o peor, pero hay buena predisposición de entrada.

Pero también he visto con demasiada frecuencia que lo de «en consideración» es la excusa para tener medio oculta y en la reserva a unas y otras mientras el dom hace malabares y enhebra engaños y mentiras para que candidatas y/o oficiales no le larguen.

Y sobre todo, lo más sangrante, he visto demasiadas veces (y una ya me parece demasiada), sumisas eternamente enganchadas del collar de consideración. Un periodo de consideración que se prolonga y se prolonga sin fin, siendo siempre la sumisa insuficiente, siempre a punto pero sin llegar, siempre persiguiendo la zanahoria que en realidad la otra parte no tiene intención de permitirle que cate…

Y cuando ves que el mismo dom tiene a sus sumisas así de forma repetitiva, que es una pauta, no una excepción, y lo hace una tras otra, años (AÑOS) en consideración… Creo que los que convivimos con estas cosas aunque sea accidentamente ya podríamos “considerar” algo sobre el dom en cuestión. Yo desde luego lo hago. Y reconozco que no es nada bueno. Al fin y al cabo esta gente suele depender bastante de la adoración de otros, el reconocimiento ajeno, la imagen de AMO estricto y deseado… Pues desde luego de mi respeto no se alimentan.

Si pasado un tiempo prudencial no tiene claro si esa persona le interesa como sumisa, si haga lo que haga no es nunca lo suficientemente buena, si nunca se “gana” el derecho al collar… ¿A qué está jugando? Entendería que se inicie la relación y llegado a un punto se dijera “esto no funciona”. Se rompe y punto. Pero esa agonía prolongada no es ética, y no dice nada bueno del dominante.

Además, si nos ponemos formales, ¿qué clase de dom es, que no es capaz de tener sumisas “capaces” y “válidas”, de las que pueda uno sentirse orgulloso de ser propietario? ¿sólo una colección de aspirantes insuficientes?

No sé si aconsejaría algo a la sumisa (no sé si se da también entre sumisos y dóminas o en relaciones amo-sumiso/ama-sumisa; Yo no lo he visto, pero tengo más perspectiva sobre relaciones Amo-sumisa). Sospecho que tras años de que te dejen claro una y otra vez que no eres suficiente, persiguiendo la promesa inalcanzable de una aprobación que nunca llega, una no debe estar ya en condiciones de valorar si a ella eso le interesa.

Qué forma más estupenda de machachar personas, consumir entrega y esfuerzo sin responsabilidad y alimentar tu ego a base de exprimir el de otros.

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lena
(oct.’20)

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